La Comisión de Economía y Hacienda del Congreso rechazó la norma que preveía el cierre de sitios webs que puedan vulnerar los derechos de autor, como las páginas que permiten descargas de contenidos.
El gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se quedó solo en la defensa de la denominada Ley Sinde, como se denominó a la normativa impulsada por la ministra de Cultura española, Angeles González-Sinde, que estaba incluida en la Ley de Economía Sostenible, que busca sentar las bases de la renovación del sistema productivo español.
La imposibilidad de llegar a un acuerdo a favor de la disposición que busca luchar contra la piratería en Internet, llevó a los diputados de la Comisión a votarla aparte para no impedir la aprobación del resto de la Ley de Economía Sostenible, que sigue su trámite parlamentario.
De esta manera, la norma sólo contó con los 18 votos a favor de los diputados socialistas de la Comisión y 20 en contra del resto de diputados, desde el principal partido de la oposición, el conservador Partido Popular (PP) y el resto del parlamento.
La Ley Sinde preveía la creación de una Comisión de Propiedad Intelectual, dependiente del ministerio de Cultura, que sería la encargada de recibir las denuncias de entidades de gestión o particulares que consideren que se están vulnerando sus derechos de autor por una determinada página.
La comisión podía advertir al propietario de la página para que retirase los contenidos y, en caso contrario, acudir a los tribunales, donde un juez tenía cuatro días para pronunciarse y ordenar el bloqueo o no de la página.
Este proyecto contaba con el apoyo artistas y empresas distribuidoras y creadoras de contenidos audiovisuales y digitales, mientras que era rechazado por las asociaciones de internautas, que consideran que habilitaba al gobierno para cerrar webs arbitrariamente.
En los días previos al tratamiento, una veintena de las principales páginas de descargas cerraron por 24 horas sus sitios, con una leyenda en protesta al proyecto de ley. Por su parte, algunas distribuidoras cinematográficas respondieron dejando en negro sus páginas webs, con un texto que detallaba la necesidad de contar con una norma que proteja a la industria de las descargas de contenidos en Internet.
De forma simultánea, las redes sociales fueron un hervidero donde se enfrentaron defensores y detractores de la Ley, con personalidades que apoyaron la iniciativa, como los músicos Alejandro Sanz, Miguel Bosé y el director de cine Alex de la Iglesia.
La Coalición de Creadores e Industrias de Contenido, que agrupa a distintas asociaciones, empresas y entidades de gestión de derechos de autor, afirmó que si no se aprobaba esta ley, buscaría el apoyo de Europa para lograr una legislación más dura que también fuera contra el usuario.
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