En el marco de una causa en la que un joven se encontraba acusado de robo simple en concurso con lesiones leves, la Cámara del Crimen decidió revocar su procesamiento al considerar que no se encontraba comprobado que al cometer los hechos el acusado hubiera podido dirigir sus acciones, debido a la elevado nivel de alcoholemia que presentaba.
El acusado, quien había empujado a una mujer a la salida de un comercio y la golpeó solicitándole la entrega de su dinero, al momento de cometer el hecho poseía un nivel de alcoholemia muy cercana al máximo absoluto para la inconsciencia total.
El voto mayoritario compuesto por los jueces Jorge Luis Rimoldi y Gustavo Bruzzone, sostuvo que “el grado de alcoholismo que presentaba el encausado se encuentra muy próximo al grado tres, estadio en el que el individuo cae en estado de suspensión de conciencia, arreflexia, hipotermia y coma, con riesgo vital, aunque con conservación de los reflejos”.
Cabe destacar que si bien fue ordenada la inmediata libertad del acusado, la resolución a la cual tuvo acceso la agencia Télam, dispuso la intervención de la justicia civil, la que podría disponer la internación en un instituto de salud mental para tratar su adicción.
En sentido contrario, el voto en disidencia del juez Alfredo Barbarosch, al confirmar el procesamiento del acusado, sostuvo que “frente a la alegada hipótesis de un estado de inconsciencia habilitante de su inculpabilidad, se ignora cómo pudo realizar los movimientos descritos y brindar correctamente sus datos personales, pues la concreción de un hecho de tales características requiere de un comportamiento y razonamientos adecuados al fin perseguido”.
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