Son cada vez más numerosos los usuarios de Internet, los cuales canalizan su navegación a través de los buscadores, porque Internet no se entendería y su existencia sería muy poco útil, si la gente no pudiera conocer todas las páginas que contienen las palabras que se buscan. Este uso universal de los buscadores ha forjado frases vulgares que expresan ideas inexactas, como por ejemplo: “aparezco en Google” o “Yahoo publica”. Esto plantea la cuestión sobre la naturaleza de los buscadores.
Para entendernos de una manera sencilla y aunque no parezca perogrullesco, vale la pena decir que un buscador busca, es decir, no crea el sitio, no lo modifica, no le da el carácter (eventual) de culto, educado, vulgar, ofensivo, pornográfico. Más aún, si judicialmente se prohibiera la existencia de Google o Yahoo! no dejaría de existir ni uno de los sitios cuestionados por indignación real o afectada de los demandantes. En caso de existir un ilícito, pues, sería debido a los actos directos de los terceros responsables de los sitios, no de los actos puramente indirectos de los buscadores que sólo reportan pero no los crean. Por lo tanto, si existiese responsabilidad aquí, la vía lógica sería que los reclamantes dirijan sus reclamos directamente a los titulares de los sitios ilícitos.
Sin embargo, recientemente algunos abogados han asumido como ciertas aquellas frases vulgares y se presentaron ante tribunales argentinos, mostrando que algunos periódicos informaban noticias deshonrosas a sus clientes o algunos blogs formulaban críticas hacia los mismos o sitios pornográficos los incluían, y que esos diarios, blogs o sitios aparecían en los buscadores al introducir el nombre del cliente en cuestión. Otras veces la queja se motivó en el uso de thumbnails.
En algunos casos los jueces hicieron lugar y respondieron con medidas cautelares, pretendiendo que los buscadores restringieran los resultados de búsqueda, excluyendo las páginas pornográficas en que se mencione a los reclamantes o incluso todas las páginas en que se los injurie, y no mostrar thumbnails. Estas medidas difieren de las dictadas en otros países, que circunscriben la prohibición a las páginas que se le indican al buscador en cada caso, partiendo de la premisa evidente de que no existe el software que pueda analizar el sentido del texto escrito en las páginas para poder identificar cuándo una página tiene contenido que pueda perjudicar a una persona y cuándo no.
Alentados por aquellas medidas cautelares, en nuestro medio se iniciaron juicios, y si bien dos de ellos ya tienen sentencia en primera instancia, ambos tienen que ser revisados en Cámara de Apelaciones.
En la tarea de esclarecer qué son los buscadores y cuál es su importancia para Internet, el Estudio Garrido Abogados juega un importante papel defendiendo a Yahoo! contra una marea de modelos, actrices, conductores y futbolistas y sus correspondientes abogados. Gracias a Dios, la jurisprudencia viene evolucionando notablemente pues vemos cautelares en las que sólo se prohíbe informar aquellas páginas que se indican específicamente en cada caso. Por otra parte, la sentencia del caso “Rodríguez María Belén” es muy positiva para ubicarnos en línea con la jurisprudencia del resto del mundo, por cuanto aclara que lo que haya sucedido antes del juicio no origina indemnización. En cuanto a los thumbnails, las Cámaras de apelaciones ya no reconocen el derecho a una medida cautelar.
Con el tiempo, los abogados y los jueces entenderemos que los buscadores no son bases de datos y que no informan contenidos sino sólo informan cuáles son las páginas de Internet que contienen las palabras buscadas y que cualquier intervención humana en el análisis del contenido de las páginas haría que Internet pierda su sentido. Si la Cámara dijera que el informar todas las páginas que nombran a una persona viola algún derecho subjetivo, se estará diciendo que la herramienta que da sentido a Internet es ilícita y se estaría atacando a Internet en sí misma. Más allá de lo que ocurra en estos juicios, lo cierto es que Internet es una realidad de la cual la sociedad no podrá prescindir, por lo cual si los buscadores son declarados ilícitos en argentina, los usuarios argentinos usarán simplemente los buscadores con base en otros países y la gran perjudicada será, una vez más, la comodidad y la economía de todos los argentinos en beneficio de las de unos pocos y el daño a la sociedad democrática en que todos reconocemos la necesidad de difundir información.
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